El Ejército israelí afirmó que más de 100 cohetes y obuses de diversos tipos cayeron en las últimas 24 horas en territorio de Israel, después de haber sido lanzados desde territorio palestino, 27 de esos proyectiles fueron interceptados por el sistema de defensa anticohetes israelí «Cúpula de Hierro».
El ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, citado por la radio pública, estimó que la violencia podría «durar al menos uno o dos días más».
El presidente de Israel, Shimón Peres, lleva a cabo una visita de cuatro días al sur de California, en donde incluirá su participación en un foro en Beverly Hills y una visita a los estudios DreamWorks.
Esta es la última parte de una gira por ciudades de Estados Unidos en donde Peres visitó Nueva York, Washington y San Francisco, difundió en un comunicado el consulado israelí en Los Ángeles.
El artículo informó que el Mossad advirtió a su homólogo turco, la Agencia Nacional de Inteligencia (MIT), que «la Fuerza Al Quds de la Guardia Revolucionaria iraní estaría preparando atentados contra objetivos israelíes en Turquía».
Los canales de televisión turcos informaron que cuatro personas ingresaron a Turquía provenientes de Irán, portando armas y otros materiales, posiblemente explosivos, para llevar a cabo los supuestos ataques.
En momentos en que el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, se declaró dispuesto a una intervención militar contra Irán, responsables políticos y militares advirtieron sobre la escasez de máscaras de gas y de refugios antibombas para los israelíes en caso de conflicto.
«Hoy en día, sólo el 60% de los israelíes - entre 4,5 y 5 millones de personas - disponen de máscara de gas», indicó el presidente de la comisión parlamentaria de la defensa civil, Zeev Bielsky, diputado del partido de oposición Kadima.
El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, aclaró que el hipotético ataque contra Irán con el que amenaza su Gobierno desde hace meses no llegará «en cuestión de días o semanas», si bien acto seguido apostilló que tampoco será «cuestión de años».
«No estoy con un cronómetro en la mano», ironizó Netanyahu durante una entrevista grabada con el Canal 10 en la que apostó por dar tiempo a las sanciones promovidas en el ámbito internacional.
Israel acogió con cautela la planeada reanudación de negociaciones nucleares entre las grandes potencias e Irán, insistiendo en que Teherán no debería tener la capacidad de transformar uranio en material apto para el desarrollo de armas atómicas.
Mientras Israel menciona cada vez más la posibilidad de recurrir a una acción militar para evitar que Irán obtenga bombas nucleares, los diálogos brindarán cierto respiro a una crisis que elevó los precios del crudo y amenaza con implicar a Estados Unidos en su tercer conflicto en una década.
Funcionarios estatales israelíes se sintieron decepcionados con los resultados de la reunión entre Netanyahu y ??Obama celebrada en la Casa Blanca.
Un alto funcionario del Estado israelí declaró que «no hubieron sorpresas», y agregó que «desde los últimos meses está claro que existen diferencias entre ambos países».
Además, el funcionario insistió en que tanto Estados Unidos como Israel tienen perespectivas diferentes respecto a la percepción del tiempo y de lo que consideran como «cruzar la línea roja».
Las preocupaciones de Israel derivan principalmente de las diferencias pasadas con Estados Unidos sobre el proyecto nuclear iraní.