La organización de su vuelo estuvo a cargo de la Agencia Judía para Israel y el Ministerio de Absorción de Inmigrantes.
Felipe Grossman, contador retirado, y su esposa Dorothy, ama de casa, tienen tres hijos, uno que ya vive en Israel y un segundo que hará su aliá en el verano.
El grupo llegó a Tierra Santa desde los Estados Unidos hace décadas, y sus creencias se basan en que son descendientes de una tribu perdida de Israel.
Hombres y mujeres, modelos ligeros de ropa con complementos típicos de la vestimenta de los ultraortodoxos, todos juntos y revueltos en un autobús de Jerusalén. Un espacio en el que ambos sexos pueden apretarse, abrazarse y seducirse, es lo que sugiere el reportaje fotográfico de la revista «Belle Mode», el cual desató la polémica entre el sector más conservador de Israel por sus imágenes subidas de tono.
La publicación no se apuntó al carro de la provocación por la simple publicidad, sino que el objetivo de esta campaña es el de luchar contra la segregación de las mujeres aplicada por los judíos ultraortodoxos de Israel que reclaman la exclusión de éstas en los espacios públicos.