Inicialmente, el Comando Civil del Ejército creyó que el origen del olor podría deberse a una perforación de gas cerca de Nitzanim, en el sur de Israel.
Sin embargo, la hipótesis fue descartada debido a las características de los sucesivos reclamos.
Hasta hoy, las autoridades no han dado instrucciones especiales a los residentes, ya que el ministerio de Medio Ambiente declaró que no se detectaron sustancias peligrosas en el aire.