El Gobierno israelí podría alimentar forzosamente a presos palestinos en huelga de hambre cuando su vida corra peligro, según una ley que aprobó en primera lectura el Parlamento en Jerusalén.

Si para el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, fue complicado tomar la decisión de lanzar la ofensiva «Margen Protector» contra Hamás en Gaza, fue aún más difícil ponerle fin, dividido entre las presiones de su Gobierno, la opinión de los ciudadanos y la mirada atenta de la comunidad internacional.

Los 29 días del operativo militar avivron las diferencias en el seno de la heterogénea coalición gubernamental, compuesta desde 2013 por un abanico que abarca desde una derecha radical y ultranacionalista religiosa hasta centristas liberales laicos.

El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, y la viceprimera ministra china, Liu Yandong, prometieron impulsar aún más la cooperación bilateral en las áreas de ciencia, innovación, salud, educación e intercambios interpersonales.

La promesa fue hecha durante una reunión de Netanyahu con Liu, quien llegó a Israel para una visita oficial de cinco días.

Las madres de los tres jóvenes israelíes secuestrados en Cisjordania, Rajel Frenkel, Bat Galim Shaer e Iris Yifraj pidieron a la ONU hacer todo lo posible por encontrarlos.

Ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Rajel Frenkel dijo estar viviendo la peor pesadilla para una madre porque su hijo Naftali fue secuestrado con otros dos chicos cuando regresaban a casa de la escuela y hasta ahora no recibió «ninguna noticia ni señales de vida».

La ansiedad por lograr un acuerdo entre Israel y la Autoridad Palestina (AP) le habría jugado una mala pasada al secretario de Estado norteamericano, John Kerry, durante las negociaciones que se desarrollaron el año pasado y en las cuales también participaron países árabes.

Así lo afirma la revista alemana «Der Spiegel», que con base en «varias fuentes de los círculos de inteligencia», publicó ayer que el Mossad, y su símil de al menos otro país, interceptó llamadas telefónicas efectuadas por el jefe de la diplomacia estadounidense, en el marco del mencionado diálogo que finalmente fracasó, en abril pasado.

La titular de Justicia israelí, Tzipi Livni, afirmó que buscar una solución pacífica al conflicto con la Autoridad Palestina (AP) es un interés de Israel, en respuesta a las críticas por su reciente reunión con el presidente palestino, Mahmud Abbás.

«Seguiré trabajando por los intereses de Israel. El conflicto continúa y es mi interés resolverlo. Actuar como un Estado avestruz no es una opción», dijo la jefa negociadora israelí.

En un breve recorrido por los Altos del Golán, el ministro de Defensa israelí, Moshé Yaalón aseguró que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) «responderán con dureza y presición a cualquier provocación o intento de minar nuestra soberanía».

Israel retiró de Gaza a la mayoría de sus efectivos terrestres el domingo en un aparente apaciguamiento de sus operaciones contra Hamás que en casi un mes de duración hprovocó la muerte de más de 1.800 palestinos y más de 60 israelíes.

Pese a que Israel parecía cerca de terminar su misión se registraron duros enfrentamientos en partes de la franja. Y con las autoridades de Hamás prometiendo continuar los combates, se desconoce si Israel podría finalizar la guerra en forma unilateral.

El presidente del Parlamento israelí, Yuli Edelstein, anunció este que la Cámara elegirá al nuevo presidente el próximo 10 de junio, lo que pone fin a meses de especulación sobre los cambios del sistema electoral, retrasos en la votación e incluso una posible eliminación del cargo por parte del primer ministro, Binyamín Netanyahu.

El presidente israelí, Shimón Peres, deseó un exitoso reinado al nuevo monarca de España, Felipe VI, y se mostró confiado en que «las excelentes relaciones» entre Israel y España «se sigan ampliando y fortaleciendo».

En un mensaje enviado con motivo de la proclamación del nuevo rey, Peres, que dentro de un mes concluye su mandato, aprovechó la ocasión para, en su nombre y en el del Estado de Israel, expresarle «a usted y al pueblo español» sus «mejores deseos y sinceras felicitaciones por su bienestar personal, por la felicidad de la Familia Real y por el progreso continuado y prosperidad de los españoles».