Más de un centenar de militantes israelíes de organizaciones por los derechos humanos, entre ellos algunos diputados, se concentraron en Tel Aviv para protestar por el ataque a un árabe-israelí llevado a cabo judíos durante las celebraciones de Purim, una fiesta judía que simboliza el triunfo sobre el antisemitismo y la xenofobia.
Con pancartas como «El racismo carcome la democracia israelí» y «¿Judíos = Racismo?», alrededor de 130 manifestantes, según el periódico «Yediot Aharonot», exigieron justicia para Jasan Usruf, un operario de limpieza de la municipalidad que fue atacado mientras trabajaba en un lugar conocido como el Dolfinarium, junto a la playa.