«No quisiéramos en Sudamérica, en Latinoamérica, en ningún continente tener un Israel, expansionista, intervencionista». De esta forma se despachó el presidente de Bolivia, Evo Morales, durante su participación en la 3ª Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de América del Sur y Países Árabes (ASPA), celebrada en Lima.
Morales había criticado a Israel en muchas ocasiones anteriores, pero esta es la primera vez que cuestiona su existencia misma, tal vez en consonancia con las posturas de su aliado, el mandatario iraní Mahmud Ahmadinejad, quien habla de «borrar a Israel del mapa», propósito que estaría fuertemente asociado a su programa nuclear sancionado por la ONU.