Una dotación de Inteligencia de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) proporcionó la prueba clave a Estados Unidos en la que el Gobierno de Obama se basa para acusar al régimen sirio de atacar con armas químicas a civiles en las afueras de Damasco con un balance de muertos que los rebeldes elevan a 1.400.

La unidad 8200 de las FDI, encargada de la vigilancia de las comunicaciones enemigas, interceptó el 21 de agosto, el mismo día del bombardeo, una conversación en la que un alto oficial del ministerio de Defensa sirio pedía respuestas sobre el uso de gases tóxicos a un mando de la división de armas químicas.

El gabinete de seguridad israelí dio su visto bueno a un llamado limitado de reservistas frente a la eventualidad de una intervención militar extranjera en Siria.

«Un número limitado de soldados fue convocado para integrarse en algunas unidades estacionadas en el norte del país. Se trata en su mayoría de personal especializado en activar sistemas antimisiles y no de fuerzas de combate», afirmó el ministro de Defensa, Moshé Yaalón en una conferencia.

El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, aseguró que el país «está preparado para cualquier escenario» y advirtió a Siria que de sentirse amenazado, responderá con fuerza.

«Nosotros no somos parte de la guerra civil en Siria, pero si notamos cualquier intento de atacarnos, responderemos y responderemos con fuerza», reiteró el mandatario israelí.

El presidente israelí, Shimón Peres, aseguró que «llegó el momento de un esfuerzo conjunto para retirar todas las armas químicas de Siria», al recibir en Jerusalén al ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius, que volvió a abogar por una «respuesta fuerte» a su presunto uso cerca de Damasco.

«Puedo entender los problemas y las dudas, pero la llamada moral está por encima de cualquier consideración estratégica» , indicó Peres en su residencia.

El Gobierno israelí, aunque observa muy de cerca la reciente escalada de tensión entre EE.UU y Siria que podría conllevar a una reacción de Damasco contra el Estado judío.

Sin embargo, a pesar de que en los medios hebreos se especula sobre la posibilidad de un ataque directo desde Siria como represalia, la mayoría de los expertos opinan que el gobierno sirio no está como para meterse en una situación que supondría un conflicto bélico con Israel.

El Gobierno israelí mira con preocupación, escepticismo e ironía lo ocurrido en las últimas horas en Siria. Los servicios de Inteligencia hebreos evalúan desde hace tiempo que el presidente sirio, Bashar al-Assad, es más que capaz de usar armas químicas, de hecho están seguros de que ya las utilizó en el pasado.

«Según las estimaciones de nuestros servicios de Inteligencia, el régimen de Assad utilizó armas químicas y no por primera vez», señaló el ministro de Asuntos Estratégicos, Yuval Steinitz, en una entrevista a la radio pública del país.

El ministro israelí de Asuntos Estratégicos e Inteligencia, Yuval Steinitz, consideró que la respuesta iraní a un ataque contra sus instalaciones nucleares sería muy limitada.

En una entrevista publicada en el periódico digital «Times of Israel», Steinitz aseguró que el Ejército de Estados Unidos podría atacar las instalaciones iraníes «con relativa facilidad o al menos de forma rápida y eficientemente».

El secretario de Defensa norteamericano, Chuck Hagel, conversó por teléfono con su homólogo israelí, Moshé Yaalón, sobre asuntos de seguridad en Oriente Medio, informó el Pentágono.

«Durante la conversación se tocó el tema de la actual violencia en Siria, incluyendo las recientes acusaciones sobre el uso de armas químicas, y la situación en Egipto e Irán», afirmó en una declaración el vocero del Pentágono, George Little.

El presidente de la Comisión de Exteriores y Seguridad del Parlamento israelí, Avigdor Liberman, describió al primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, como sucesor ideológico del ministro de Propaganda de la Alemania nazi, Joseph Goebbels, tras sus acusaciones vertidas contra Israel sobre su presunto papel en el golpe de Estado en Egipto.

«Todo aquél que oyera las declaraciones de Erdogan, llenas de odio e incitación, entiende sin duda alguna que es una continuación del camino de Goebbels», señaló Liberman citado por medios israelíes y extranjeros.

La oficina del primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, calificó de «absurdas» las declaraciones del primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, quien afirmó que Israel jugó un papel importante en el derrocamiento del presidente egipcio Mohamed Mursi.

«Las declaraciones del primer ministro turco son absurdas», afirmó un responsable de la oficina de Netanyahu citado por el diario «Israel Hayom».