El milenario río Zin en el desierto del Negev, en el sur de Israel, cumplió el mismo ciclo a lo largo de su historia. La desaparición y el retorno de las aguas fueron una constante que se repitió con el paso de los siglos, en un terreno árido y desértico.
Esta vez, sin embargo, fue diferente por dos motivos. Primero, porque la cantidad de años sin agua en su cauce marcaron un preocupante récord, y segundo, porque alguien tenía una cámara en su mano y logró filmar el impactante momento del regreso del líquido.