El debate en el Parlamento israelí sobre la llamada «ley de nacionalidad» acerca de la naturaleza judía del Estado agudizó la crisis entre los diferentes partidos que integran la coalición gubernamental y podría llevar a desintegrarla.
El Gobierno del primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, se mostró a favor, con disidencias, de enviar a la legislatura un proyecto de ley que pretende cambiar esa línea a «la tradicional patria del pueblo judío», reforzando el carácter judío de la nación.
Tras los atentados en Jerusalén a una sinagoga y a un rabino ortodoxo, el electorado israelí giró hacia la derecha, según un sondeo realizado por el Instituto Panels Politics que publicó el sitio Walla.
La mayoría de los israelíes se opondrían a la reelección del primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, según un sondeo realizado por el Instituto Panels Politics y publicado por el Canal 10 de la televisión local y el Canal de Parlamento hebreo.
Según la encuesta, el 45% de los israelíes expresó su rechazo a reelegir a Netanyahu, mientras que sólo un 26% se mostró a favor y un 29% aún no decidió.
Un grupo de figuras públicas de la izquierda israelí envió una carta al Gobierno español en la que le solicita reconocer a un Estado palestino siguiendo los pasos del nuevo Gobierno sueco en una iniciativa que esperan que tenga efecto en el resto de la Unión Europea.
La iniciativa, liderada entre otros por el ex director general del Ministerio de Exteriores, Alón Liel y el fundador de la ONG Paz Ahora, Amiram Goldblum, entiende que la declaración de un Estado palestino es fundamental para el desarrollo en seguridad de la sociedad israelí.
El primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu, que goza de gran experiencia política en su país tras seis años continuados en el cargo, percibe una inminente crisis política y se está moviendo para afrontar nuevas elecciones ya en 2015, dos años antes de lo previsto.
Su coalición de Gobierno es heterogénea y litigiosa. Incluye algunos moderados y demasiados extremistas; exponentes laicos militantes y también ultranacionalistas religiosos cercanos a los colonos.
El líder de la oposición israelí, el laborista Itzjak Herzog, denunció que el voto favorable del Parlamento británico a la declaración de un Estado palestino es fruto del fracaso de las políticas del primer ministro, Binyamín Netanyahu, y exigió una diplomacia que vaya más allá del recelo.
Manzanas y miel en los mercados, granadas, velas, frutas secas y dulces sobre la mesa, flores y regalos llenaron los hogares judíos en Israel para celebrar la llegada del año 5775, que los analistas creen traerá problemas económicos y una posible crisis de Gobierno.
«Hoy todo el mundo compra golosinas para pedir que sea un año muy dulce y próspero», explicó el periodista de «Haaretz», David Rosenberg. «Esperemos que este año que comienza sea mejor. Este fue muy duro con la guerra en Gaza», aseguró el reportero, para quien más allá de que la guerra se repita - como dicen muchos -, la preocupación se centra en el alto costo de la vida.
Casi en el final del año hebreo, el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, es considerado en los sondeos de todos los medios locales como el líder político más valorado para dirigir el Gobierno del Estado judío.
Gideón Saar, ministro israelí de Interior y número dos del partido Likud, del primer ministro, Binyamín Netanyahu, anunció que dimitirá después de Rosh Hashaná (Año Nuevo), que se celebra la próxima semana.
Según el diario «Haretz», Saar explicó a sus compañeros en el Likud que desea tomarse «un tiempo fuera de la política» y que por ello abandonará su responsabilidad en el gabinete de coalición y su escaño en el Parlamento.
«Decidí hacer una pausa en la política. Quiero centrarme en otros retos», explicó el ministro durante un brindis por el Año Nuevo celebrado en la ciudad de Ramat Gan.
El ministro de Exteriores israelí, Avigdor Liberman, indicó que Israel «mantiene su decisión» de apropiarse de alrededor de 400 hectáreas de terrenos en Gush Etzión, en Cisjordania.
«Gush Etzión refleja un amplio consenso en la sociedad israelí y es claro para todos que como parte de cualquier posible futuro acuerdo de paz, Gush Etzión debe seguir siendo parte del Estado de Israel», dijo Liberman a los reporteros en una conferencia de prensa.