El futbolista checheno musulmán, Gabriel Kadiev, debutó este domingo en el equipo de fútbol israelí de primera división, Beitar Jerusalén, en medio de una ovación entusiasta y de un estricto aparato de seguridad debido a que su contratación fue rechazada con actos de violencia por un grupo de racistas aficionados del club.
Cientos de policías cuidaron el orden dentro y fuera del Estadio Teddy de la capital hebrea, dos días después de que un incendio, supuestamente causado por hinchas opuestos a la contratación de Kadiev, destruyó las oficinas centrales de ese conjunto.