Genetistas del Centro Médico Sheba, en Israel, descubrieron que una población de indígenas norteamericanos del Estado de Colorado tienen raíces genéticas judías que se remontan a la expulsión de los judíos de España en 1492, publicó el diario israelí Haaretz.
El marcador común fue una única mutación genética en el gen BRCA1. Dicha mutación se encuentra en judíos de origen ashkenazí, se encuentra entre los judíos del centro y este de Europa y guarda relación con un riesgo más elevado del cáncer de mama y ovarios.