El concepto de Sionismo es de mucho valor; por lo tanto, es importante que encuentre su expresión en el lugar que le corresponde por derecho propio: en la diferencia entre nosotros y los judíos de la diáspora.
El sionismo en la actualidad pasó a ser de un programa político elevado, racional y pragmático, que sigue en sus modificaciones las cambiantes circunstancias políticas, a una especie de religión marchita, opresivamente conservadora e insoportablemente infantil.