Decenas de miles de israelíes y el ex presidente estadounidense Bill Clinton conmemoraron el 20° aniversario del asesinato del primer ministro Itzjak Rabín, reuniéndose en la plaza de Tel Aviv que lleva su nombre y en la que el extremista judío Yigal Amir lo baleó.
El evento, al que asistieron unas 100.000 personas, constituyó una inusual exhibición de fuerza de la oposición de Israel, en la que oradores y manifestantes censuraron las políticas del primer ministro Binyamín Netanyahu.
Estados unidos comenzará a suministrar a Israel cazas F-35 a partir de 2016, informó el secretario de Defensa norteamericano, Ashton Carter.
«Estamos colaborando en el proyecto del avión F-35, que ayudará a nuestros dos países», aseguró Carter en una rueda de prensa conjunta con su homólogo israelí, Moshé Yaalón.
El jefe del Pentágono aseguró que Israel será a partir del año próximo «nuestro primer y único amigo de la región que recibirá aviones F-35».
El hermano y principal cómplice del asesino del ex primer ministro israelí, Itzjak Rabín, fue detenido por la policía por publicar un comentario en Facebook en el que desea que el presidente israelí, Reuvén Rivlin, «se vaya al otro mundo» pronto.
La publicación de Hagai Amir se produjo en un momento en el que Israel conmemoró el vigésimo aniversario del magnicidio.
Un tribunal de distrito de Israel refrendó la condena de once meses de prisión contra uno de los dirigentes del Movimiento Islámico del país, el jeque Raed Salah, por un delito de incitación cometido en 2007.
El Tribunal de Distrito de Jerusalén sentenció que Salah es culpable de incitación al odio y a la violencia por un sermón que dio ante miles de feligreses junto a las murallas de la Ciudad Vieja de Jerusalén y refrendó la sentencia de once meses de prisión que le había impuesto una instancia inferior.
Dalia Rabin, hija del primer ministro, Itzjak Rabin, dijo que Israel «no aprendió nada» tras el magnicidio, mientras los israelíes conmemoraron en 20° aniversario del asesinato que consternó al país y frustró los esfuerzos de paz entre israelíes y palestinos. «Mamá, papá; no tengo buenas noticias. No hay tratativas, hay terrorismo, se sigue derramando sangre y el estancamiento crece. Y no tengo otro país y no reconozco mi país», dijo.
El primer ministro israelí, Binyamín Netanayhu, sopesa revocar el estatus de residencia en Israel a árabes de varios barrios de Jerusalén Este, una posibilidad a la que se oponen varios de sus ministros.
La medida, que está aún en estudio, afectaría a unos 80.000 árabes, de los más de 370.000 que viven en el término municipal de Jerusalén aprobado por el Parlamento israelí, que describe la urbe como capital «eterna y unificada» del Estado judío.
El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, y el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, que se vieron por última vez a fines de septiembre en Nueva York, concluyeron un encuentro en un hotel de Berlín.
«Es crucial poner fin a la violencia y hallar una vía que permita tratativas entre israelíes y palestinos, lo que no es el caso actualmente», dijo Kerry junto a Netanyahu.
«Nos conocemos bien entre nosotros. Creo que tenemos la capacidad de hacer la diferencia y eso es lo que vine a hacer», expresó Kerry al líder hebreo.
La ONG israelí Paz Ahora (Shalom Ajshav) rebatió hoy los datos de construcción en los asentamientos judíos en Cisjordania que ofreció ayer el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, en su discurso ante el Congreso Sionista, y aseguró que el mandatario deformó las estadísticas a su antojo.
«Su argumento se basó en una sola estadística: el promedio anual de construcciones comenzadas en los asentamientos según la Oficina Central de Estadísticas, contabilizados durante todo el período de seis años que Netanyahu fue primer ministro y comparado con la de sus predecesores», informó Paz Ahora en un comunicado.
La violencia y el temor sembrado por terroristas palestinos, crecen semana a semana en Israel. En medio de la oleada de atentados extremistas, el primer ministro Binyamín Netanyahu aseguró que el país está librando una batalla en tres frentes.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, hizo una visita a Israel y llamó a israelíes y palestinos a poner fin a la violencia y a reanudar las negociaciones.
«Debemos impedir que la situación siga escalando», dijo Ban durante un encuentro con el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu.