El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, ordenó detener la colocación de grandes bloques de hormigón que la Policía había comenzado a instalar en Jerusalén Este, para no dar la impresión de que la ciudad está siendo dividida, informaron medios locales.
El diario «Yediot Aharonot» atribuyó esa orden a las fuertes presiones de los ministros ultranacionalistas del Gobierno israelí, entre ellos los de Educación, Nafatli Bennett, Transporte, Israel Katz, y Absorción, Zeev Elkin.
Israel convocó al embajador francés en Tel Aviv para que dé explicaciones sobre la propuesta de Francia ante el Consejo de Seguridad de la ONU que aboga por el despliegue de fuerzas internacionales en el Monte del Templo de Jerusalén.
«Pensamos que la iniciativa francesa no sirve para estabilizar la situación y no la consideramos útil, por eso queremos hablar con el embajador francés», explicó a el portavoz de la cancillería hebrea, Emmanuel Najshón.
La policía israelí comenzó a construir un muro para separar los barrios judíos y los musulmanes en Jerusalén Oriental para intentar frenar la ola de violencia que atraviesa el país desde hace más de dos semanas.
Según Luba Samri, vocera de las fuerzas de seguridad, la barrera de 300 metros de longitud consiste en una fila de losas de hormigón de unos cincos metros de altura con un decorado que pretende imitar a la piedra jerosalimitana y separa el barrio judío de Armón Hanatziv y el barrio árabe de Jabel Mukaber, de donde proceden varios de los atacantes palestinos de los últimos días.
Un soldado israelí fue muerto este domingo en un ataque terrorista en la estación central de autobuses de Beer Sheva en uno de los incidentes más graves surgidos en medio de una ola de violencia entre palestinos e israelíes.
El militar, sargento Omri Levy (19), residente en el moshav Sdé Hemed y miembro de la unidad Golani, murió por disparos en un atentado perpetuado por un beduino identificado como Muhnad Alokbi (21), ciudadano israelí de la aldea de Hura en el Negev, que fue abatido por las fuerzas de seguridad.
Jerusalén volvió a ser escenario de nuevos atentados terroristas cometidos por jóvenes palestinos en medio de un despliegue de medidas de seguridad sin precedentes y de la colocación de controles y barreras en los barrios árabes.
La última agresión ocurrió anoche en las inmediaciones de la estación central de autobuses, un blanco emblemático por ser un lugar concurrido y bullicioso en la parte oeste de la ciudad, muy cerca de la salida a la autopista 1 hacia Tel Aviv.
Después de dirigir dos campañas electorales en las que los slogans fueron «Peres dividirá Jerusalén» y «Tzipi y Buyi (Herzog) entregarán los territorios», el premier israelí, Binyamín Netanyahu, decidió que una cosa son comicios y otra enfrentar la realidad. El Gabinete de seguridad adoptó medidas sin precedentes para detener la violencia en la ciudad tres veces santa.
«El terrorismo viene de la voluntad de destruirnos y no de la desesperación palestina», destacó el primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu, en la apertura de la sesión de invierno del Parlamento hebreo.
La sensación de inseguridad sigue aumentando en Jerusalén, donde guardias privados y detectores de metales regresaron a las puertas de los centros comerciales, como en las épocas de las dos Intifadas.
En la Ciudad Vieja y el centro de la urbe el despliegue de policía se multiplicó ante la ola de violencia que sacude a Israel y Cisjordania, y que se incrementó este lunes con tres nuevos acuchillamientos que dejaron heridos a tres israelíes y a dos agresores palestinos muertos por agentes policiales.
La policía israelí arrestó al líder del grupo israelí anti-árabe Lehavá, Bentzi Gopstein en una manifestación de judíos extremistas contra el gobierno de Netanyahu que se llevó a cabo en Jerusalén.
Centenares de personas se concentraron en el centro de la ciudad y desfilaron por la calle Yaffo al grito de «muerte a los árabes» y «Estado policial».
Un árabe israelí de 20 años atropelló a una soldado y después bajó de su vehículo y acuchilló a tres personas en el cruce del kibutz Gan Shmuel, en la carretera 65 que une las ciudades de Hadera y Afula, a unos 50 kilómetros al norte de Tel Aviv.
El subjefe de la Policía Israelí del Distrito Costero, Jamal Hahrush, informó de que el agresor, Alá Raad Mahmaid, de la localidad de Umm al-Fahem, cercana al kibutz, fue reducido por civiles y agentes sin que resultara herido y fue arrestado.