El Contralor del Estado de Israel, Mija Lindenstrauss, presentó su informe sobre el incendio en el Monte Carmel en el cual las llamas se cobraron la vida de 44 personas, entre ellas 37 cadetes y sus oficiales del Servicio de Prisiones que se dirigían en un autobús a la cárcel de Damón para evacuar a los reclusos. Tres agentes de la policía y tres bomberos también murieron en el siniestro.
Debo confesar que luego de haberme enterado sobre el extraordinario logro que significa para la ciencia el hallazgo de la «partícula de Dios», tuve que releer unas cinco veces la noticia para tratar de entenderla y anotar ciertas ideas para no confundirme.
Las victorias convincentes de los islamistas en Túnez y Marruecos no hicieron más que presagiar que se repetirá el resultado con el Partido Libertad y Justicia, brazo político de los Hermanos Musulmanes, en el largo proceso electoral iniciado en Egipto.
Quien sea negro, sin recursos, inmigrante y además no judío tiene todos los papeles para ser deportado de Israel. Con la recién lanzada operación «Volver a Casa», el Ejecutivo de Binyamín Netanyahu pretende deportar a más de 15.000 inmigrantes, la tercera parte de los africanos que entraron de forma irregular en su territorio durante los últimos cinco años.
Las consecuencias de una guerra cibernética entre Israel e Irán, y en general, podrían ser tan destructivas como las de una misma guerra nuclear, advirtieron científicos en un artículo publicado en el Boletín de Científicos Atómicos de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA).
El accionar de Itzjak Shamir como primer ministro fue ejemplar. Su agenda diaria era estable, su oficina actuaba en plena armonía; no acostumbraba a sobresalir en los medios. La política de Shamir era coherente; mensajes claros y sencillos. Tanto su serenidad como la seguridad en sí mismo y su capacidad de decisión se configuraron en la clandestinidad y en el Mossad. Era muy difícil atemorizarlo o doblegarlo. «Shamir estaba hecho de granito»; así lo definió Ehud Barak, quien sirvió bajo su mandato como jefe del Estado Mayor del Ejército.
Los gritos eran básicamente unánimes: «¡Negros afuera!». Después de que una manifestación anti-inmigrantes derivase en actos racistas, los africanos tienen miedo en Israel.
Al menos siete personas resultaron muertas y una docena heridas en una explosión ocurrida hace medio año atrás en una planta de acero de la la empresa privada Ghadir, en la ciudad de Ardakan, en el centro de Irán. Las informaciones provenientes de los medios iraníes no señalaron las causas ni el alcance del daño material del suceso.
Durante tres años, los intentos de tratativas entre Israel y los dirigentes palestinos fracasaron por falta de confianza. Ahora, a pesar del nuevo y amplio gobierno de coalición, es poco probable que ambas partes se muestren dispuestas a retornar a la mesa de negociaciones, pero eso no significa que el status quo deba ser congelado en su estado actual.
La política israelí llegó a un nivel en el cual ya le será muy difícil, si no imposible, sorprender a alguien. Pasarán años antes de que seamos testigos de algo igual a lo ocurrido el lunes-martes de esta semana en la Knéset.