Los incesantes y prolongados esfuerzos de un importante grupo de rabinos de Israel llegaron a un final feliz y pudieron así concretar una de sus grandes aspiraciones: la legitimación oficial de su nuevo aporte a los valores universales con el undécimo mandamiento: Matarás a quien haga peligrar a Israel.
Casi todos nuestros partidos políticos han expresado sus puntos de vista sobre la forma más apropiada de incorporar a los judíos ultraortodoxos al ejército. La propuesta más reciente fue presentada por Yair Lapid. Su principal innovación consiste en la desatadura de aquel nudo gordiano que obliga a los jóvenes ultraortodoxos a estudiar en el seminario rabínico y les impide trabajar.