Cuando se disipe el shock en Haití y la rutina vuelva a su cauce, retornarán los puñales y las bombas. Si la naturaleza pudiera entender la naturaleza humana, quizás comprenderíamos porqué de vez en cuando se desenfrena de tal manera.
Responder a la maldad con maldad permite potenciar la alevosía. El problema radica en que demasiadas personas ingenuas en el mundo piensan que la guerra contra el terrorismo incrementa la maldad.
El diputado Ofir Pines se hartó de su líder, Ehud Barak, que llevó al Partido Avodá a su nivel más bajo. Pero el hastío del prójimo tiene límite. A pesar de todo, algo hay en Ofir Pines: en un partido sin personas, él es una persona.
Las casas que perdieron los refugiados palestinos cuando Israel fue atacado en 1948, son las mismas en las que podrían haber seguido viviendo de no ser por la guerra declarada por los países árabes; esa guerra que Israel no quiso y que sus vecinos le impusieron.
Si Chile, Argentina y Brasil cambian de polo ideológico en el periodo 2010-2011, el panorama latinoamericano podría dar un vuelco que hace muy poco era impensable y que debilitaría la receta de Hugo Chávez.
No hay necesidad de mentir ni fantasear. No se puede utilizar el argumento de seguridad según el cual la liberación de prisioneros traerá consigo la vuelta del terrorismo, o que el mantenerlos presos lo evitará.
Las negociaciones con los palestinos, Irán y Guilad Shalit son los principales asuntos en la agenda de Netanyahu. El tiempo de Bibi es limitado; si no actúa este año, perderá la oportunidad que le fue proporcionada.
¿Si lo que se deslegitimiza es Tel Aviv, entonces para qué renunciar a Hebrón? El argumento es lógicamente irreprochable. ¿Para qué ceder territorios que se hallan en el corazón de la conciencia histórica judía si ese sacrificio no nos asegurará la paz, el reconocimiento y la seguridad?
Los siete ministros del Gabinete de Seguridad quieren que los compadezcan: ¡Judíos, misericordia, compasión! En un espectáculo de striptease sensual y susurrante, se quitan las prendas, invitan al público a observar sus miembros desnudos, sus corazones destrozados, sus estómagos revueltos y sus ojos lloriqueantes.
Sin tener en cuenta la decisión que asumirá el gobierno de Israel con relación a las negociaciones para la liberación de Guilad Shalit, existen dos lecciones que se deberán aprender de inmediato.