Tengo noticias para ustedes, muchachos: Están totalmente confundidos. No sé exactamente qué fue lo que les sucedió, pero es obvio que no puede ser nada bueno. Tal vez el largo contacto con el poder haya provocado que se les subiera finalmente a la cabeza. Tal vez la ultraderecha los hayan vuelto locos por completo. Tal vez los ultraortodoxos y los habitantes de los asentamientos los tengan agarrados de sus partes sensibles. De cualquier manera, han perdido el sentido común
Minutos antes de ser asesinado, el desaparecido Itzjak Rabín declaraba ante las masas reunidas en la entonces Plaza de los Reyes de Israel: "La violencia socava las bases mismas de la democracia israelí". Hoy podemos afirmar que la violencia ideológica está socavando los fundamentos de la existencia del Estado judío.
Se requiere un alto grado de inocencia suponer que la amplia reacción popular de las últimas semanas en contra de sectores religiosos judíos ultraortodoxos por incitar a la discriminación de mujeres en lugares públicos pueda tener un efecto disuasivo
La creatividad no conoce límites, tal como se expresa en la nueva idea de que los asentamientos ilegales en Cisjordania pueden ser movidos de una ubicación (ilegal) a otra. Esto supone su traslado desde una propiedad privada palestina a una tierra palestina "reapropiada" por el gobierno, desde un sector bajo régimen de ocupación a otro, como si tal maniobra le otorgara la legalidad que no tiene
Sigo pensando que en tiempos de clonaciones, microcirugías láser y global positioning system, e incluso para no ir tan lejos, en tiempos de netbooks, capuccinos instantáneos y preservativos saborizados, hay una idea de la naturaleza de Dios que ya no cierra
Si desean conocer el manatial de dónde absorben nuestros "hermanos" ultraortodoxos su desfachatez, visiten cualquier seminario rabínico y lean una página de la Guemará.
El poder de la costumbre es más poderoso que el poder del destino, porque el hábito determina nuestro destino. La rutina - madre de todos los males - es lo que emerge tras sumergirse uno en el fango, y su hermana se llama aceptación
Desde mi experiencia como educador sé lo difícil, y de hecho imposible, que resulta predicar a personas que están convencidas de ser los sagrados defensores de la Tierra de Israel; de ser a quienes le cabe la responsabilidad de agitar la bandera de la Torá pura y genuina; de eliminar la conducta conciliadora, el cabildeo de favores y el servilismo de miles de años de exilio.
El Comandante de la región de Efraín, Tzur Harpaz, no es un mero oficial de alto rango. Es todo un legislador. La pedrada que recibió por parte de terroristas judíos no causó más que un ligero daño a las ventanas de la Knéset, pero la balbuciente protesta de los ministros y diputados, y el hecho de que incluso ellos tuvieron que ocuparse de debatir la definición de terrorismo judío, constituyen sin embargo una prueba de que cualquier cambio legislativo importante, ya sea el tratamiento del presupuesto, la marginación de las mujeres, el terrorismo, etc., debe pasar primero a través del filtro de Tzáhal, antes de convertirse en parte legítima del discurso israelí.
El actual gobierno de Israel se empecina en avanzar desenfrenadamente hasta que logre destrozar todo rastro de la histórica democracia israelí para convertirla en un régimen despótico y fascista del nuevo Estado judío de Israel