La última guerra de Israel en Gaza resonó en las capitales de Europa de una manera poderosa y destructiva. En Berlín, Londres, París, Roma y otras partes, Israel está siendo denunciado como un «Estado terrorista». Manifestantes iracundos quemaron sinagogas en Francia y, en Alemania, hubo quienes llegaron a cantar «¡Judíos a la cámara de gas!».
Últimamente han aumentado en la prensa israelí e internacional las críticas contra las explicaciones oficiales de la política israelí que se conocen bajo el nombre hebreo de «hasbará» (esclarecimiento).
Ahora que las operaciones de Israel contra Hamás fueron interrumpidas por tiempo indefinido, he aquí siete apreciaciones sobre el conflicto, que duró casi dos meses.
El actual Gobierno de Israel y sus partidarios en Occidente se apresuran a denunciar a las críticas vertidas contra las políticas israelíes, catalogándolas como antisemitismo. Esta calificación puede ser inexacta e interesada, pero no es siempre incorrecta.
En la edición judía norteamericana «Tablet» se publicó el 26.8.14 un artículo revelador de un ex periodista de Associated Press sobre la cobertura del conflicto entre Israel y Hamás. Como es demasiado largo para traducirlo y la extensión reduce el número de potenciales lectores, reseñaremos sus aspectos medulares que revelan con total claridad porque el mundo recibe una información sesgada en todo lo que atañe al Estado judío y los palestinos.