Un ex director de la División de Población de las Naciones Unidas, Joseph Chamie, reseña en un artículo de la agencia noticiosa IPS la situación diplomática de Palestina en el mundo. Los datos resultan bastante inquietantes. Entre los países integrantes de la ONU, por ejemplo, 135 de ellos que reúnen el 82% de la población mundial reconocen oficialmente a Palestina como estado independiente, contra 50 que no lo hacen.
Aunque es de gran importancia por lo que hace a las relaciones iraníes con el mundo, las relaciones entre Estados Unidos e Israel y las de Barack Obama con el Congreso, el fatigoso, contradictorio y no especificado Plan Comprensivo de Acción tiene poco que ver con si los ayatolás consiguen o no hacerse con armas nucleares.
Son tiempos felices los que vive Barack Obama luego de la firma de un acuerdo preliminar con Irán por su programa nuclear, aunque la negociación final con los ayatolás está lejos de haber finalizado.
Empecemos por lo más importante: una cuestión de vida o muerte para el Estado de Israel: Si no va a haber aquí dos Estados, y muy pronto, habrá sólo uno. Si va a haber aquí un Estado, será árabe desde el Mediterráneo hasta el Jordán. Si va a haber aquí un solo Estado, no envidio a mis hijos ni a mis nietos.
Leo la nota de mi amigo Tomás Alcoverro sobre la destrucción de Homs. Su crónica es un desesperanzado relato de la devastación sin retorno, porque cuando toda esta locura acabe no quedará nada de lo que un día fue.
Bibi Netanyahu fue apodado «el mago» tras su contundente e inesperada victoria en las últimas elecciones en Israel, pese a que todas las encuestas, círculos intelectuales, periodísticos y redes sociales, pronosticaban su derrota.
Una desesperada e imprevista jugarreta de Niv Asraf, joven judío de Beer Sheva, logró mostrar a la sociedad israelí en uno de sus perfiles más mediocres.
El acuerdo marco en materia nuclear que concretaron Irán y las potencias mundiales deja abiertas grandes interrogantes: ¿Teherán podrá hacer trampa? Posiblemente. ¿Estados Unidos e Israel podrán reaccionar a tiempo? En teoría, sí. ¿Están dispuestos a hacer uso de la fuerza militar? Eso está en duda. ¿Un acuerdo definitivo sosegará las preocupaciones de la comunidad internacional sobre las intenciones de Irán? Casi con seguridad, no.
Se terminó la «primavera Israelí».
Retornando a la terminología climática de uso popular del último tiempo, se puede afirmar que el acuerdo de Lausana terminó con la «primavera israelí» que comenzó con la caída de la Unión Soviética.
Aunque aparenta ser sorprendente, es posible encontrar ciertas similitudes entre la reciente tragedia del avión alemán de la empresa Germanwings con determinados comportamientos de la sociedad israelí y comunidades judías de la diáspora.